El Evangelio Eterno

Jesucristo es el evangelio de Dios. Él conquistó la muerte y todo mal con su gran amor demostrado en la cruz. Todo el que cree en él para salvación recibe gratuitamente los logros de su gran victoria sobre el pecado y la muerte. Pasamos eternamente de muerte a vida. ¡Alabado y glorificado sea el nombre del Señor Jesús!

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miércoles, junio 21, 2006

Ejemplos del historicismo y del principio histórico

[Puede sacarle más provecho a este blog leyendo el anterior: Historicismo vs. Historico]

Un ejemplo del historicismo en acción fue William (Guillermo) Miller en los Estados Unidos alrededor del año 1831.

Era una época tempestiva en los Estados Unidos. La gran revolución industrial, inventos en maquinarias y particularmente la construcción en línea de máquinas, ensamblaje en línea. Se fomentaba una gran época de paz en Europa. Con el fortalecimiento de los nuevos Estados Unidos, muchos se tornaron a la filosofía, y dejaron la fe.

Miller, un creyente Metodista se dio cuenta que ni su propia iglesia ya predicaba la Biblia. Predicaban los grandes logros intelectuales y filosóficos de la Revolución Francesa.

Miller, con todo fervor se preguntó si todo aquello no sería el cumplimiento de las profecías bíblicas. Estaba convencido que sus días eran los días del fin profetizados en los libros de Daniel y Apocalipsis.

Acudió a las Escrituras buscando pruebas que sus días en verdad estaban profetizados en las Escrituras. Tomando mano de un antiguo artificio inventado por un rabino judío en el siglo nueve, el principio de un-día-por-año, usado por los católicos y luego descartado cuando los post-reformadores lo usaron en contra de la iglesia, Miller vaticinó que Cristo volvería a la tierra alrededor del año 1843. Un gran movimiento surgió de su predicación, de tal modo que muchos en los Estados Unidos salieron a recibir a Jesús en las nubes de los cielos el 22 de octubre de 1844. Ese día se conoce en la historia como "El Gran Chasco", porque Cristo no regresó a la tierra tal como lo había predicho Miller apoyado en el principio del historicismo.

De allí surgió todo el movimiento Adventista del séptimo día. Sin embargo, ellos cambiaron de significado al suceso de ese día para pronunciar que ese día era el día cuando Jesús había entrado al lugar santísimo del santuario celestial.

Estos adventistas, apoyados en las visiones de Elena Gould Harmon (White de casada), siguieron usando el mismo principio del historicismo para apoyar su doctrina del santuario. Acudieron a Daniel 8:14 y le dieron una interpretación historicista. Es decir, interpretaron a Daniel 8:14 basados en su gran chasco. Trataron de darle una interpretación a Daniel 8:14 basados en su reciente experiencia histórica.

Ellos no tomaron en cuenta la propia intepretación que le dio el ángel Gabriel al profeta Daniel del significado de Daniel 8:14, mucho menos del significado del texto hebreo original, ni aun la interpretación que el mismo Señor Jesús le dio a las profecías de Daniel.

El tema del lugar de Elena White y sus visiones se trata de una manera más amplia en este lugar: http://www.ellenwhite.org/espanol/index.html.

Un ejemplo del principio histórico

Cuando Juan el Bautista vio a Jesús exclamó "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Eso le fue dado por revelación del Espíritu Santo al más grande de los profetas.

Pero el Gran Profeta Jesús de Nazareth, en vista de que Juan había anunciado el cumplimiento de la profecía de todos los 5 libros de Moisés, de los Salmos y de los Profetas (Lucas 24:44) exclamó, "El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio." ¿Cuál tiempo? El tiempo del fin profetizado por todo el Antiguo Testamento. Jesus de Nazareth, como Cristo de Dios, el ungido de Dios para llevar nuestros pecados, declaró que la profecía del Antiguo Testamento se cumplía en su persona. Igualmente pronunció el cumplimiento de la profecía cuando anunció el comienzo de su misión en Lucas 4. En la cruz, cumplió la profecía de Isaías 53.

Jesús vio el cumplimiento de la profecía como el seguimiento histórico del contenido de las Escrituras que señalaban a su misión como el Cordero de Dios. Antes de terminar su ministerio, el Señor dio todas las señales necesarias previas a su venida. El creyente no necesita nada más ni nada menos de eso. En ningún momento el Señor profetizó el 22 de octubre de 1844 como su entrada al lugar santísimo, porque eso no estaba en la perspectiva histórica del Antiguo Testamento. Más bien, él mismo dijo que iría a su Padre. Los apóstoles declararon que él había entrado a la misma presencia del Padre una vez y para siempre, todo dentro de la perspectiva histórica del Antiguo Testamento que señalaba su vida, muerte, y resurrección.

Cristo fue quien dictó y enseñó el principio histórico para interpretar las profecías bíblicas, confirmando esa usanza bíblica de los profetas.