El Evangelio Eterno

Jesucristo es el evangelio de Dios. Él conquistó la muerte y todo mal con su gran amor demostrado en la cruz. Todo el que cree en él para salvación recibe gratuitamente los logros de su gran victoria sobre el pecado y la muerte. Pasamos eternamente de muerte a vida. ¡Alabado y glorificado sea el nombre del Señor Jesús!

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domingo, julio 02, 2006

El Testimonio de Jesús y de Dios en San Juan

Al buscar la verdad del significado "el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía" en Apocalipsis 19:10, primeramente hay que preguntarle a Juan qué significado le dio a esas dos frases: "el testimonio de Jesús" y la obra profética del Espíritu Santo ("el espíritu de profecía").

Pero cuando le preguntamos a Juan, lo único que Juan hace es responder con las mismas palabras de Jesús.

Jesús mismo explica el significado del "Testimonio de Jesús"

Miremos detenidamente los pasajes del evangelio de San Juan con contienen frases referentes al testimonio de Jesús y el testimonio de Dios tocante a Jesús.

Juan 1:6-9:

"Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. 7 El vino como testimonio, a fin de dar testimonio de la luz, para que todos creyesen por medio de él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo."

Este pasaje es de sumo interés para discernir el alegato de la misma Sra. White que ella era "la luz menor para guiar a la luz mayor".

En este pasaje de Juan, el evangelista Juan describe el ministerio de Juan el Bautista, a quien Jesús llamó el mayor de los profetas. Juan el Bautista "vino como testimonio, a fin de dar testimonio de la luz", Cristo Jesús. Juan el Evangelista, inspirado por el Espíritu Santo, aclara que Juan el Bautista no era la luz. Hay que captar la importancia de esa declaración. Juan el Bautista, a quien Jesús llamó el mayor de todos los profetas, "no era la luz", ni la mayor, ¡ni la luz menor! El profeta en sí, jamás es la luz, ni grande ni pequeña. El verdadero profeta da testimonio de la luz, pero jamás se presenta como la luz. Hay una sola luz, y esa luz es Jesucristo. Toda luz se encuentra en él, en su persona, en su ministerio, en su sacrificio, en su divinidad. Él es toda la luz. No hay ninguna otra luz, ni mayor ni menor.

Al profeta se le da el único privilegio de dar testimonio de la luz. Jamás va a declarar que a él o ella, se le da luz, ningún tipo de luz. Esa luz está en Cristo y brilla solo en él. La honrosa misión del profeta es de dar testimonio del poder y la gloria de esa luz.

Cualquiera que reclama que tiene luz, no importa cuan menor o insignificante, está declarando algo contrario a las Escrituras, y se está poniendo en un lugar que le pertence solamente al esplendoroso y glorioso Señor Jesucristo "la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo".

Juan 1:29-32

29 Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: --¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! 30 Este es aquel de quien dije: "Después de mí viene un hombre que ha llegado a ser antes de mí, porque era primero que yo." 31 Yo no le conocía; pero para que él fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua. 32 Juan dio testimonio diciendo: --He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y posó sobre él.

Este pasaje contiene la clave para comprender Apocalipsis 19:10, "el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía".

El testimonio de Jesús, tal cual lo anunció Juan el Bautista y lo cumplió Jesús en la cruz, fue dar su vida como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Este es el sentido que se le dio a Juan el Evangelista para registrar en su evangelio y en el Apocalipsis. El testimonio de Jesús es que él fue enviado por Dios para dar su vida por el pecado de toda la humanidad, como el Cordero de Dios. De esa manera Jesús cumplía todo el sentido del Antiguo Testamento, el cual señalaba a su sacrificio en la cruz.

En este pasaje también resalta que el Espíritu Santo NO SE POSÓ SOBRE EL PROFETA. El Espíritu de profetizar o proclamar el testimonio del cordero se posó y llenó a Jesús de Nazareth en su bautismo. El Espíritu Santo SE POSÓ SOBRE LA PERSONA DE JESÚS, EL CORDERO DE DIOS.

Estas dos verdades pertenecen la una a la otra. El testimonio de Jesús es su sacrificio, y el Espíritu Santo le es dado para anunciar y cumplir esa misión profética. Es misión profética pues sería anunciada a lo largo de ¡todas las edades sin fin! El Espíritu de Profecía es el Espíritu Santo que posó sobre Cristo para prepararlo para dar el testimonio que Dios le dio, que "de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que cree en él no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

1 Comments:

Blogger pepe_lzc said...

pero yo tengo una duda por que dicen que juan el bautizta tenia el espiritu de profecia??

pero yo lei en otra parte que el testimonio de jesus estaba en el evangelio de san juan? como la ven hehe

1:34 p. m.  

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