El Evangelio Eterno

Jesucristo es el evangelio de Dios. Él conquistó la muerte y todo mal con su gran amor demostrado en la cruz. Todo el que cree en él para salvación recibe gratuitamente los logros de su gran victoria sobre el pecado y la muerte. Pasamos eternamente de muerte a vida. ¡Alabado y glorificado sea el nombre del Señor Jesús!

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martes, julio 25, 2006

El Río Jequetepeque - ¡Cristo viene, prepárate!

Un hermano del Perú me preguntó en un comentario si le recuerdo después de hace muchos años cuando trabajé en el Perú:

"Hola Haroldo, me alegra ubicarlo en el tiempo, tal vez pueda recordarme si piensa en un campamento hace muchos años en Peru, y usted tenia Fiebre Tifoidea; siendo Departamental de Jovenes en La Mision. Saludos. Me gustaria saber mas de usted, sus ideas. Que nuestro buen Di-s lo bendiga, lo mismo que a su familia."

Soy el mismo, y seguramente recuerdo al hermano, pero no me dijo su nombre en el comentario. Ojalá me escriba otra vez con su nombre.

Sí, fue un campamento junto al río Jequetepeque, en las cercanías de Trujillo, por la carretera hacia Cajamarca. Por allí en el año 1976. ¡Qué bellos recuerdos de toda esa juventud que ansiosamente buscaba a Cristo!

Recuerdo que en aquel entonces, tal como ahora, el mensaje que predicaba y predicabamos como adventistas era: "Cristo viene, ¡Prepárate!"

La preparación era hacerse miembro de la iglesia adventista, guardar el sábado, ser fiel en los diezmos, creer en las profecías, leer la Biblia, ir al Colegio Unión, y muchas otras cosas más.

Bien recuerdo aquellos días cuando trataba de encontrar mensaje en mi predicación y en la predicación de la iglesia adventista.

El año siguiente fui llamado a enseñar teología en el surgiente Seminario Adventista Unión. Fue cuando entonces me vi obligado a estudiar a fondo el mensaje adventista y el evangelio bíblico del Nuevo Testamento según Jesús y tal cual lo proclamó el apostol Pablo.

Fueron días muy difíciles para mi pues comencé a encontrar inmensas divergencias entre los dos. Muchas de mis dudas las guardé en mi corazón, pero mis alumnos de tercer y cuarto año de teología recibieron el evangelio de la justificación por la fe. Muchos de ellos salieron con la semilla del evangelio en sus corazones. Recuerdo en particular a un alumno boliviano que me ayudó mucho como mi corrector: Amando Pardo. ¿Qué habrá sido de él? Otro fue el hno. Segundo Peñafiel, creo que era ecuatoriano. Otro muy querido alumno fue Willy Churqui Chuqui, creo que también era boliviano. También recuerdo otros muchachos bien comprometidos con Dios, a quien Dios estaba llamando: un estudiante de medicina de Trujillo, el pastor Peter Webber, y muchos otros.

Sin embargo, uno siembra, pero Dios es quien da la cosecha, y uno no sabe en donde a caído la semilla. Aquí hay un hermano que tal vez no recuerdo, pero con hambre y sed del evangelio de Cristo, alabado y glorificado sea el nombre del Señor Jesús.

El mensaje de "Cristo viene, ¡Prepárate!" solo tiene lógica y poder si se presenta a Cristo crucificado como el que viene por los que ya salvó por la fe.

Eso es lo que le falta al mensaje adventista en Sud-america y alrededor del mundo. Igualmente le falta a muchos movimientos evangélicos. El enemigo de la cruz le sigue soplando a los discípulos de Cristo lo mismo que le sopló a Pedro: "Señor, no vayas a la cruz, ni Dios lo permita". Muchos prefieren crucificarse a sí mismos, presentar su propio sacrificio en lugar del de Cristo. Pero hay que recordar la voz que se escuchó del cielo en el monte de transfiguración hablando de Jesús: "Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento. A él oid."